La debilidad de la Fuerza del Pueblo en Santo Domingo Este es, con muy raras excepciones, la búsqueda de figuras potables para que logre levantar la bandera verde y reclamar espacios.
Casi como desde un dron, se mira hacia abajo y pocos focos aparecen.
El color verde se ve intenso en la Circunscripción 2 donde el actual diputado Rafael Castillo y dos regidores que, por cierto, pertenecen a su equipo político, que ganaron en alianza estratégica con un segmento que decidió quedarse en el PLD, aparecen como las caras sin dejar de tener en cuenta el excelente papel de los que temprano comenzaron los trabajos casi desde 0 antes incluso del día de elecciones, como Alexandra Peña.
Las elecciones estarán concentradas en figuras.
La Fuerza del Pueblo no podrá vender y menos, con tan poco tiempo, que constituyen esperanza alguna de redención social ni ideológica, toda vez que su fuente llega de un PLD corroído por la corrupción, la impunidad, el abandono social, la ausencia de política básico de construcción de un ciudadano y ahora hasta el discurso de su principal figura, Leonel Fernández, se entretienen en el populismo de criticar al actual gobierno sin reconocer las fallas de su paso por «palacio» y menos el intento de construcción de un discurso basado en los nuevos tiempos que corren.
La Fuerza del Pueblo constituye una organización política que servirá solo para promover candidatos, nada nuevo en el sistema de partidos, se ha dedicado a importar figuras de todo tipo, algunas innombrables, desprestigiadas en política, otras obsoletas y desgastadas, hasta jóvenes que no se han leído el ABC de cómo crear estructuras políticas y que carecen de fundamento ideológico y es posible que ni conozcan lo básico de Juan Bosch, que no saben cómo se crea y se sostiene una campaña, cómo se afianza un liderazgo, que quieren ser lo que no son hasta llegar al ridículo o al temprano desastre, dando muy malas señales que se combinan a figuras que si han pasado la escuela básica de la política real y cómo hacerla en los barrios, casa por casa, a sabiendas de que las aspiraciones son temas completamente coyunturales.
La «nueva» organización política nacida de los viejos políticos, aunque algunos de ellos, jóvenes… con métodos viejos que se desnuda en aspiraciones a destiempo, estarán matizando un panorama triste y mínimamente entreteniendo en Santo Domingo Este cuando cada aspirante a regidor estará por su lado sin ataduras ninguna, pactando con quien sea para lograr objetivos, así como todos los demás cargos electivos.
Veremos a Verdes levantando la mano a morados o a perremeistas, y así, esas combinaciones, en viceversa o reversa.
Cada quien, sus votos, la Fuerza del Pueblo, solo servirá, como los demás partidos, en la maquinaria para cuidar que en las mesas de votaciones y en las salas de scanners no les hagan trampa, nada más.